eSte Es uN EsPAcio rEduCiDo De lIBertaD cReaTiva y EspeRanZa aL TrAn...

sin ninguna referencia de ná

La fría angustia que emerge detrás de las cortinas del aire, se puede solventar con un chorro de inteligencia buena y el calor, que nace de los estímulos incandescentes de la vida, en el proceso infinito del vagar de las estrellas.

La candela puede comprender tus manos aprendiendo un oficio imaginable, y sentir (claro que se puede sentir) sentir con claridad todo aquello que haces y permutas y escoges y clamas y reinventas a partir de los elementos que te envuelven –en el ruido cotidiano del reloj- entre la brisa que lleva mariposas amargas y silencios acompasados, y esas lucecitas y también sombras.

Si a tu corazón le gusta asomarse a los abismos –como las miradillas que abandonan la seguridad de los portales- no te pienses primo/a que te encuentras ahí sólo/a. Recuerda que existe un cielo y un sueño y una tierra colmada de inciertos desafíos; y en mitad está tu mente, y todo aquello que genera: tus actos o tu indolencia…

Tu mente y la razón que ciñe todos los universos ajenos.

martes, 15 de julio de 2014

Diario de una perra en Argentina (Semana 57)



SEMANA 57

Día 400
(Nido de chorros)
            Son apenas unos cachorros humanos, pero han pasado tanto tiempo en la calle que en cierto sentido conocen más de la vida que los adultos. Se mueven en manada, pues saben que así su fuerza es mayor, y odian a todos aquellos a los que la suerte les sonríe, tal vez porque a ellos casi nunca les sonrió. Los otros humanos los llaman chorros y se reúnen al atardecer a fumar pitillos de faso y a tomar cuanta cerveza les permitan sus botines. En todos los barrios hay algún grupo de chorros y la pobreza de los mismos cifra su número variable. Se dejarán ver en sus motos trucadas, robadas, desmembradas en piezas ininteligibles, por parejas, en busca de humanos incautos e inocentes a quienes atracar, con sus gorros sobre las gorras caladas, sus chándales del equipo favorito, el rostro áspero, curtido con cualquier cicatriz borrosa, la mirada curiosa, siempre altiva, del que se siente fuera de todo, o por encima de las leyes y las normas. Los más peligrosos llevan pistola, pero normalmente se apañan con una navaja o un cuchillo. La ignorancia, la exclusión social y la miseria los engendran y los sostienen. Tienen familia, pero perversamente desestructurada. Y su condición les conduce a pertenecer a un nuevo gremio olvidado.
            En nuestro barrio hay un nido de chorros en uno de los laterales del parque. Javi evita pasar por allí cuando están todos en concilio pero ya conoce a cada uno por separado. Son hijos de inmigrantes, de viejos campesinos, de obreros fabriles, de oprimidos, demasiado jóvenes aunque alguno pareciera incluso mayor que Javi. A Javi le interesan sus vidas, sus sentimientos gastados, su forma de sobrevivir y de contradecir el llamado bienestar inteligente. Huelen a gasolina, a plomo, a soledad cautiva y a esperanza vil. Conmigo son muy amables. Les gustan los perros de la calle quizá porque se sienten sus hermanos. Javi fuma puchos con ellos y les hace preguntas, pero como la curiosidad es de trayectoria doble, ellos le preguntan a su vez cosas sobre nuestra tierra. Su vocación para con estos cachorros grandes le viene ya de antiguo, y le sirve para no olvidar que lo que hoy se deja de lado… mañana regresará revelando la injusticia de la cual hicieron desarrollo.      

Día 401
(Cuentos antifascistas)
            Javi teclea con ojos brillantes y positivos. Añade a su sueño nuevas historias. Serán un anexo incandescente. Relatos de quienes lucharon por la libertad humana. En la calle suenan las radios y convergen las noticias. Nuevos imperios se preparan y los viejos se resisten. Las guerras recorren el mundo y los mercados manejan a los gobiernos electos. Los pueblos pasan hambre pero su desesperación es también moral. La memoria es una falla entre dos placas tectónicas. Los pensamientos de Javi me dirigen y me llaman. Son un aullido reinventado que denuncia y comprende. En todos los lugares es lo mismo. Seres aullando contra el terror, en combate consigo mismos.

Día 402
(El ofrecimiento)
            El día ha transcurrido como un inventario de rutinas. El patio ha amanecido entre la niebla y horas más tarde el sol le ha colmado de luz y color. Javi ha regresado del trabajo y nos hemos ido de paseo por la villa. Hemos cenado temprano y Javi se ha puesto a teclear.
            Por la noche nuestro vecino humano ha llamado a la puerta y Javi se ha armado un pitillo para fumar con él. Ha venido para  hacerle a Javi un ofrecimiento. Al parecer en la escuela de adultos donde va él necesitan profesores para organizar nuevos talleres. A nuestro vecino humano le gusta mucho hablar con Javi y suele pedirle ayuda cuando tiene que hacer algún trabajo de historia, filosofía o literatura. Se lo ha dicho a la directora y le quiere entrevistar. Javi se ha puesto muy contento pero le ha dicho al vecino que se lo va a pensar. Ahora trabaja mucho y no sabe si podría sacar tiempo para más. Tendía que dar clase dos días a la semana, por las tardes y preparar los contenidos. Resulta un reto educar a humanos adultos; la mayoría obreros que pretenden terminar los estudios básicos y mejorar con ello su situación.
            Desde la manta verde huelo los pensamientos de Javi y la indecisión le impide dormir. Finalmente decide darse un mes para dar una respuesta definitiva. Debe ser que la experiencia le advierte que antes debe resolver otras cuestiones y que hay sueños que aún se han de esclarecer.

Día 403
(Visa y título en suspenso)
            De cuando en cuando los pensamientos de Javi se deslizan desde la pantalla del interior de su mente. Hoy se somete a la incertidumbre de los asuntos burocráticos. No tiene noticias de la Universidad donde tiene que hacer efectiva la homologación y lo de la visa permanece en suspenso porque ahora, cuando su jefe ha de terminar los trámites con el pre-contrato, éste se está desentendiendo. Ya ha hablado con él varias veces y le ha explicado lo que ha de hacerse. Y él, aunque le asegura no hay problema y que le quiere ayudar, sigue sin materializarlo. Javi está cansado de tanta dialéctica y tiene ganas de reventar todas las escaleras ascendentes.
            La burocracia deshumaniza. Tanta esperanza para sostener la desigualdad. Mientras la vida huye. Porque los días pasan, Javi se hace un poco más viejo y le salen alegremente nuevas canas de perspectiva. 

Día 404
(Sentimiento che)
            Banderas en las ventanas, en los coches, casi en cada humano con el que nos cruzamos por la calle. Esa tierra está en suspenso, casi como si esperara un milagro. No es tanto por patriotismo sino por unión de clases desfavorecidas. El humano argentino es patriota, pero sus fanatismos se asientan en otras cuestiones menores. Las clases pobres encumbran el fútbol y a los jugadores de la selección porque muchos de ellos salieron de las villas miserables, condensando así los sueños perdidos de millones de humanos y los que lentamente podrían realizarse mañana. Los ricos son los que después van al estadio mundialista, con pack y reservas hoteleras, y los tratan como gladiadores de su doctrina. Existe así un sentimiento bueno, positivo, y otro denostado por la comodidad y la injusticia. El sentimiento bueno es un sentimiento che, un sentimiento que parte de la libertad y que eleva del mismo modo, por humanidad y compromiso, a un delantero explosivo, a un escritor extraordinario y a aquel revolucionario inolvidable.

Día 405
(El día en que Argentina pudo ser campeona y ya fue)
            Las calles están silenciosas, vacías. Hoy pertenecen por completo a las ignotas manadas de perros callejeros que, a falta de humanos, parecen crecer en número y convicción. Javi se fue al mediodía y como voy dentro sus ojos sé que se encuentra ahora en el sitio de los perros, con Noa y con los dos hermanos y su cachorra. Es la final del mundial de futbol y como Argentina es finalista el país por completo se ha paralizado en todas sus vertientes. Desde los glaciares del sur a los altos cerros del norte pasando por las llanuras pampeñas parece como si faltara el aire y la luz se doblara sobre el agua. Los humanos tienen un sentimiento contradictorio. Nadie lo creía hasta hace unos días, pero ya han conseguido llegar a la final. Es tan importante el futbol para ellos y hace tantos años que no ganan, que el escepticismo reina pero sin poder estragar su fe. Los ojos crecen en brillos, las ilusiones se agrandan, se agarra el optimismo con la cuerda y de pronto rumores de entusiasmo recorren todas las provincias. Si llegaran a creer de verdad que resulta posible es seguro que ganarían pero una secuela de inseguridad logra desvanecer el sueño. Y es que Argentina seguía soñando, hasta hace apenas un instante, pero un gol de Alemania acaba de despertarla. De nuevo el poderoso termina por batir al pobre. La realidad está llena de historias en la que los buenos nunca ganan; si se quiere los favoritos. Un caballero con armadura ensarta de nuevo al indio y al negro con su espada filosa. Ya venderán a los esclavos y sus tierras pródigas.
            Como si la victoria hubiera sido suya, los humanos de acá colman las calles de alegría. Las murgas traen la música y aunque el desenfreno se sujeta, la celebración se extiende hasta la madrugada. Hasta la victoria siempre, dijo una vez un hijo de este pueblo; y este lema pesa tanto como las nubes que descargan lluvia. Javi tardará varias horas en regresar a casa y tengo miedo de lo que pueda ocurrirle. No hay colectivos, todos los comercios están cerrados y los humanos se sumergen en un ambiente exultante y contradictorio. Los perros callejeros corren a sus refugios porque en breve comenzarán a sonar los petardos y los disparos. Habrá muertos y saqueos, y mañana pocos humanos irán a trabajar, contagiados por el eco de las masas. Argentina pudo ser campeón y este es el agradecimiento del pueblo, destrucción y culpa, descubriendo su esperanza subdesarrollada.   

Día 406
(Un millón de fuegos)
            Javi se ha marchado a trabajar a pesar de saber que hoy es un día complejo, un día en el que los humanos de acá tienen personalidad múltiple, y son al mismo tiempo poetas y verdugos, críticos y protagonistas, entendidos y desentendidos, custodios y liberales, amargos y optimistas. Las resacas deben cubrir los rostros somnolientos en las paradas de los vehículos colectivos y muchas fábricas cerrarán la producción con pérdidas sustanciales.
            El mejor modo de pasar el mal trago es comprar unos cuantos kilos de carne para recuperar las fuerzas, para quedar con los compañeros y amigos, para renegar del jefe y el amo, para doblar su vista prisionera, para reducir el silencio tras la derrota; encender un fuego, un millón de fuegos, y curtir alrededor de las ascuas, la mirada de lo que pudo ser y no.
            Esta mañana ya habían desaparecido todas las banderas de los balcones y ventanas y nadie habla del mundial, ni de futbol. La niebla es el mejor clima para hoy. No se ha levantado en todo el día emborronando la realidad. Javi teclea para recoger este trigo, y yo huelo sus pensamientos nítidos desde la manta verde, cuando en el aire aún se sienten las llamas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario